miércoles, 16 de noviembre de 2011

Nervios y estreses

La verdad, llevo dos o tres o cuatro semanas sin parar. No me quiero quejar, porque esto puede ser una buena señal. Señal de que las cosas no van tan mal. Aunque la falta de una se nota también.
El caso es que inevitablemente, esto me agobia y más pensando que febrero ya no es febrero, es enero. Tengo que estudiar ya y no puedo... Literalmente no puedo
En mi lista de 4 pasos hacia el final de mi diplomatura, hoy toca uno importante. En 3 horitas tengo reunión de prácticas, donde por fin sabré dónde las voy a hacer, condiciones y demás... Los nervios se apoderan de mi!!!!aiss

Solo queda relajarse, esperar que todo se calme y cruzar los dedoz para que hoy todo salga según lo previsto.

*irmi*

sábado, 12 de noviembre de 2011

Caminar

Ayer, mi Isina llegó al mundo blogger. Y conoció la existencia del mío. Uf, llevo desde 2007 escribiendo por aquí, que se dice pronto. Hay temporadas que escribo más, otras que menos. Ayer repasé casi todo mi blog. Y me di cuenta de dos cosas. La primera es que mis entradas otoñales siempre tienen un tono tristón, por eso de que me entra la astenia, y las más cercanas a primavera y verano son todo luz y alegría... La segunda y más importante es que la vida me ha hecho cambiar la concepción que tengo sobre mí misma. Antes no creía en mi capacidad para hacer las cosas, siempre me veía vaga y sin fuerza de voluntad. Ahora, no es que ya no sea vaga, pero está claro que el ritmo frenético de mi vida glayu, mi independencia y el final de mi etapa universitaria me han hecho ir más rápido, tomarme las cosas mucho más en serio y conseguir mis objetivos sí o sí. Lo que ahora no tengo muy claro es si lo que cambió fue mi forma de verme o mi forma de actuar...

Después de estas reflexiones sobre mi blog, y para acabar explicando lo importante que es el día de hoy, tres pequeñas cosinas.
1. Hoy hace 9 años que me operé de la espalda... y un montón de recuerdos se me vienen a la cabeza sin querer.
2. En algo así como una hora empiezo a clases de guitarra.
3. Hoy vamos a la primera prueba del vestido de mi hermanita Ñeñe, que se casa en abril y estoy emocionadísima.

tengan buen sábado!
*irmi*

viernes, 11 de noviembre de 2011

Haciendo los deberes

Ayer, en Castropol, en el pequeño grupo de teatro al que voy los jueves, repartimos obras y papeles. Primero el abuelo, luego el padre, luego el prota y luego las dos niñas... Todo perfecto. El "problema" llegó cuando me quedaban 5 papeles por repartir y 5 niños. 1 debería ser el narrador, pero ninguno de los 5 quería. ASí que hice un casting. Cada uno de los 5 debería leer un trocito del narrador, todos el mismo.
Como la mayoría son bastante peques, iban leyendo a trompicones, pero de repente Enrique nos dejó boquiabiertos con su perfecta lectura, además daba tono y énfasis... Sus propios compañeros le felicitaron por lo bien que lo había hecho. Cuando los 5 acabaron, les dije que Castropol no se podía perder un narrador como Enrique, que lo hacía demasiado bien como para desperdiciarlo en uno de los 4 papeles restantes. En ese momento, ocurrió algo mágico. Enrique, que en un principio no quería ni por asomo ser el narrador, se creció muchísimo y se quedó encantado el papel del narrador, hasta se inventó una forma de caminar para su personaje. Su cara cambió completamente cuando le dije que era él quien decía la primera frase de la obra y también la última... No os podéis imaginar qué cambio tan drástico y tan reconfortante, tanto para mí, que ya tengo narrador, como para él, que se sintió por un momento un gran actor...

Estas pequeñas cosas son las que hacen que me guste mi trabajo, y que tenga que estar alerta continuamente. Ese cambio lo produje yo. De nada hubiera servido el imponerle a Enrique su papel (lo cual, además era mi intención desde antes de llegar a Castropol), porque en ese caso se hubiera quedado mal agusto. Sin embargo, después del casting improvisado, Enrique se quedo contentísimo su papel y estoy segura de que ahora, no lo cambiaría por el otro que quería...

En fin, que estos son mis deberes, ir apuntando y contando estas cosillas pequeñas que me van pasando día a día en mis grupos. cosillas pequeñas, que sin embargo son parte de algo muy grande: una forma distinta de actuar y de escuchar a las personas (en este caso personitas) con las que trabajamos...

Sonríe!
*irmi*