jueves, 11 de diciembre de 2008

4 añitos


Tienes la enorme capacidad de hacerme reír siempre, no importa la situación.
Me regalas tus besos y caricias sin medida, pero sin importarte ni esperar nada a cambio.

Con una sola mirada nos entendemos y somos capaces de ver nuestro estado de ánimo.

Superamos con paciencia y dedicación toodas las malas rachas y todos los malos momentos, que fueron bastantes pero vistos desde aquí, parecen pequeñitos.
Disfrutamos con risas y ñoñerías las buenas etapas que nos brinda una relación como la nuestra.
Aprendiste y aprendí las buenas y las malas cosas del otro, aprendimos a respetarlas, entenderlas y hacerlas más llevaderas.
Nos queremos de una manera sana, sin entender la relación como una obligación, ni una posesión, ni un deber; sino como un regalo, una construcción de futuro y un cuidado del uno al otro.

Te alegras de mis alegrías, sufres con mis dolores, y entiendes mis extraños procesos mentales.

Creamos juntos una magia, una ilusión y una felicidad envidiable (está mal que yo lo diga pero es así).

En estos cuatro añitos, te convertiste en un pilar fundamental que sostiene mi vida. En, seguramente, una de las personas más importantes de ella.



Enamorarse es amar las coincidencias, y amar es enamorarse de las diferencias.

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